Grave denuncia por acoso laboral en vinoteca de City Bell

Una vecina de la región se comunicó con la redacción de NexoNorte para relatar que fue víctima de acoso laboral en una reconocida vinoteca de la localidad. Según explicó la damnificada todo ocurrió en septiembre del año 2020. Respecto a la denuncia formal que realizó sobre el lugar, aseguró: "La cuestión legal no la voy a difundir por los medios".

En este sentido, expresó: "Cada una cuenta cuando puede. Yo tuve la posibilidad de retirarme porque trabajo siempre tengo, soy una cocinera respetada. Pero la pregunta es: ¿Cuántas mujeres no tienen esa posibilidad y siguen siendo acosadas por varones que creen que el poder les da derecho a todo?".

Al contar su pesadilla, relató: "En plena pandemia fui convocada para un trabajo en una vinoteca de City Bell. Me presenté a realizar una degustación y su dueño me acosó y violentó durante toda la noche".

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Y continuó: "El lugar montado para que yo trabaje estaba en la parte exterior. Un patio muy bonito con parrilla, horno de barro, aún a terminar y con muy poca luz. Lugar que él aprovechó luego de haberme faltado el respeto en varias oportunidades en la parte interior, para venir a 'pedirme disculpas' abrazándome fuerte y apoyándome su parte genital".

Sobre este momento, agregó: "Pidiéndole yo en reiteradas oportunidades que me soltara, me decía: 'Aflojate, seamos amigos, hagamos las paces'. A lo que yo le decía que no era su amiga, que me habían convocado para trabajar y que me dejara seguir haciéndolo. Logré que me suelte".

Más adelante, la perjudicada destacó: "Creí poder manejar la situación ya que quienes me conocen saben de mi carácter y de mi profesionalidad, quería terminar con mi trabajo. Luego este hombre intentó acorralarme en la cocinita interior que tiene la vinoteca pero por suerte no pudo ya que me di cuenta y lo pude esquivar". 

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Acto seguido, contó: "Seguí con la degustación, la cosa se estaba poniendo cada vez más y más incómoda para mí. En el espacio eramos 4 personas. El propietario, una arquitecta (quien fue que me convocó) y un chico más llamado Lucas. Ambos fueron testigos de la situación desagradable que estaba viviendo". 

Por lo que sumó: "Este señor propietario no paraba de opinar y decir cosas sobre mi cuerpo y de cómo me tenía que comportar con sus clientes varones de mucho dinero. Llegó a decirme que al otro día o al sábado siguiente tenía una cena con varios de ellos ya que uno cumplía años y lo primero que le iban a preguntar iba a ser: ¿Y cómo está la cocinera? y él iba a hacer referencia de mis aptitudes físicas". 

Cansada de la situación, la víctima confesó: "Claramente ya para ese momento no soporté más y le expliqué que él no tenía que ni opinar ni decir nada de mi cuerpo, que tampoco yo tenía que tolerar que ningún varón lo haga o me acose ni en mi lugar de trabajo ni en ningún otro. Claramente la cosa estaba más que tensa, venía tolerando algo que yo nunca creí poder tolerar".

Según explicó la mujer, ya se encuentra en curso la denuncia correspondiente por lo sucedido en City Bell.

Y sumó: "En un momento de la noche no pude seguir con la degustación ya que este hombre directamente me insultó. Seguramente ya sacado por no poder lograr su cometido de que yo ceda ante su acoso. Levanté todas mis cosas y con unos nervios que no pase en mi vida me fui. Tanto la arquitecta, como el otro empleado de la vinoteca, no hicieron nada por parar a ese varón violento y acosador".

A lo que agregó: "Deduzco que el empleado siente empatía como varón y ella (arquitecta) que aún por lo que veo en las redes sigue trabajando o teniendo relación con él debe ser una víctima más, naturalizando esa masculinidad".

Finalmente, la mujer concluyó: "Después de lo sucedido le escribí a ella para que por lo menos me paguen por mi trabajo y toda la materia prima. Era una pequeña manera de no sentir tan vulnerados todos mis derechos. Nunca se me pagó, nunca este señor me pidió disculpas".

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