Los vecinos de City Bell nunca están a salvo de los robos, ni siquiera cuando bajan del auto. En la última semana se denunciaron diversos ataques realizados a coches estacionados. Los delincuentes aprovechan la ausencia de sus dueños y se llevan todo lo que esté a mano: desde estéreos, hasta celulares y comestibles.

En uno de los casos, ocurrido el pasado miércoles 16, una frentista identificada como Paula estacionó su camioneta Ford Ecosport en Calle Pellegrini (474) entre 13 A y 13 B, para realizar unas compras. Cuando regresó al vehículo, luego de aproximadamente media hora, se encontró con la cerradura forzada. 

Al respecto, en contacto con NexoNorte, indicó: "No me rompieron nada más que eso. La verdad sabían muy bien lo que hacían, porque desarmaron sin romper. Creo que fue un robo 'a pedido', porque mi camioneta es 2012 y ya no se consiguen fácilmente algunas cosas, como el estéreo".

Mientras que también sumó: "Además el seguro no me cubre. Así que no sé qué voy a hacer". Vale destacar que realizó la denuncia correspondiente en la Comisaría N°10 de CIty Bell: "Me dijeron que en esa zona de Pellegrini ya 'agarraron' a varios con esos dispositivos que bloquean la alarma".

Por otro lado, y con una estrecha relación con lo que le ocurrió a Paula, otra frentista fue víctima de los famosos "inhibidores de alarmas", una modalidad basada en el uso de artefactos que emiten ondas electromagnéticas para desactivar los sistemas de seguridad de los vehículos.

Según explicó Diario El Día, el mecanismo exige cierta proximidad a la víctima. Porque cuando el propietario envía a su auto la señal para cerrar las puertas y activar la alarma, los ladrones generan una interferencia. 

Los "inhibidores de alarmas", utilizan artefactos que emiten ondas electromagnéticas para desactivar los sistemas de seguridad.

En este sentido, algunos conductores logran darse cuenta a tiempo de la ausencia del pitido que confirma la acción y regresan a sus coches para cerrarlos con llaves. Pero otros no se percatan de este detalle y terminan pagando las consecuencias. 

Precisamente, fue lo que le pasó a una habitante que estacionó su rodado en Calle 8 entre 474 y 476. Fuentes cercanas al caso explicaron que la damnificada se dirigió a un consultorio y al regresar se dio cuenta de que malvivientes se habían llevado su teléfono celular y dos kilos de carne que había comprado recientemente.

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