

Un hallazgo literario y familiar vuelve a poner en foco al primer administrador de City Bell. Jorge Büchele, nieto menor de Don Tobías, decidió reeditar las memorias que su abuelo había escrito en 1896 y que permanecieron guardadas durante más de 60 años.
El libro, originalmente publicado en Leipzig, relata las intensas vivencias de un joven inmigrante que llegó a la Argentina para emprender una vida de aventura. Entre la búsqueda de oro en la Patagonia y la caza de focas en tierras inhóspitas, se revela el espíritu inquieto de quien luego se convertiría en el primer administrador del pueblo.
Según contó Jorge a NexoNorte, la traducción del texto fue posible gracias a la ayuda de una clienta alemana que aceptó transcribir el manuscrito, escrito en gótico alemán. "Cuando lo pude leer completo, me di cuenta que había que publicarlo sí o sí", recordó con emoción.
La obra fue publicada en 1896 y recoge las experiencias de Tobías en la Patagonia y Tierra del Fuego.
Las páginas de la obra describen caminatas interminables, amistades forjadas en la incertidumbre y la dureza de sobrevivir con apenas un barril de agua y un puñado de herramientas. Lejos de la comodidad actual, estas memorias ofrecen un retrato genuino de una época marcada por la audacia y el sacrificio.
Titulada "En la Costa Patagónica: Descripciones y vivencias de un aventurero alemán", la obra será presentada este sábado 4 de octubre en la histórica casona del Club Atlético y Fomento City Bell (Diagonal 3 entre 473 y 473 Bis), con entrada libre y gratuita.
Pero no todo quedó en las aventuras de la Patagonia. Tras regresar a Alemania, Don Tobías decidió volver a la Argentina y luego de trabajar en un periódico inglés, terminó vinculado a la Sociedad Bell, donde asumió la responsabilidad de administrar un incipiente pueblo que, con el tiempo, se transformaría en City Bell.
"Es la prehistoria del primer administrador de City Bell", definió Jorge. De esta forma, el proyecto intentará transformarse en un puente entre el pasado y el futuro. Gracias a la reedición impulsada por un nieto orgulloso, la figura de Don Tobías vuelve a caminar las calles de un barrio que él mismo ayudó a fundar.
Jorge Büchele: "El libro que tengo en mis manos estuvo guardado durante 60 años en un cajón de mi casa, desde chico sabía de su existencia. Cuando falleció mi madre, con mis dos hermanos hicimos la limpieza del hogar y nos repartimos este libro y otro de mi padre que estuvo en los Hielos Continentales cuando tenía 16 años, pero esa es otra historia".
— "Yo siempre tuve la idea de poder transcribirlo al español, porque originalmente estaba escrito en alemán gótico. Gracias a mi trabajo como cerrajero, pude conocer a muchas personas que siempre me preguntaban por mi familia cuando les decía mi apellido. Así fue como llegué a una clienta que era alemana y se ofreció a hacer la traducción del libro. Sin dudarlo, hice una copia y se la entregué para que, primero, lo leyera".
— "Al cabo de dos meses, nos volvimos a contactar y me dijo que le había gustado, que era muy interesante, que era una pena que no salga a la luz. Inmediatamente le compré una resma de papel y una lapicera para que pueda empezar a transcribirlo. Cuando lo pude leer completo, me di cuenta que había que publicarlo sí o sí".
— "Originalmente, el libro fue publicado en Leipzig, Alemania. En aquel momento, la gente escribía sus experiencias y las publicaba. En su libro mi abuelo contó sus vivencias en Argentina y en Chile, ya que también pasó por Punta Arenas en busca de oro. Pero principalmente relata desde que desembarcó en la Subprefectura de Puerto Deseado".
Jorge con el flamante libro en sus manos: "Es la prehistoria del primer administrador de City Bell", explicó en exclusiva a NexoNorte.
J.B: "Me sorprendió mucho todo lo que caminaban para conocer y encontrar cosas, era una vida de aventura. También como iban anotando todo lo que iban descubriendo en sus diarios y por supuesto las amistades que iban haciendo en el camino".
— "En relación a la búsqueda de oro, esa era una excusa que los pesqueros usaban para no confesar que iban a cazar focas, una actividad que estaba prohibida. De hecho, mi abuelo tenía que encargarse de que eso no ocurriera. Esto lo descubrió tras ser engañado por unos cazadores que llegaron a Puerto Deseado desde Uruguay".
— "Es más, en un principio, mi abuelo pensó que realmente eran buscadores de oro y tras establecer un buen vínculo con el capitán, gracias a que sabía hablar en inglés, decidió cambiar su puesto en la Subprefectura con uno de los tripulantes y aventurarse en la aparente búsqueda de oro, pero finalmente se llevó una sorpresa".
— "Una de las historias que cuenta es cuando estuvieron durante 15 días en una isla frente a Bahía Camarones, Chubut, cazando focas. Es impresionante cómo hacían para sobrevivir con tan pocos recursos. Por ejemplo, en esa aventura, tenían solamente un solo barril de agua, cuchillos, palos y tablas para cuerear, era una vida muy sacrificada. Lo que sí, me dio mucha alegría la forma en que lo contaba".
J.B: "Tras su paso por Argentina y sus aventuras por Chile, Puerto Deseado y la Patagonia, mi abuelo se volvió para Alemania, pero al cabo de un tiempo decidió volver para acá, pero esta vez a Buenos Aires para trabajar en el periódico The Standard, que el dueño era inglés y tenía tierras en Bahía San Blas".
— "Mi abuelo dejó el diario y se fue a arrendar ovejas a aquellas tierras. Aproximadamente en 1910, un ingeniero de apellido Vitte lo convocó para participar de la realización del mapa físico de la provincia de Buenos Aires. De esta tarea también participó mi padre, que tenía alrededor de 13 años. Durante este lapso, el fundador de la Sociedad Bell se encontraba haciendo una tesis sobre territorios que habían sido habitados por pueblos originarios para el Museo de Ciencias Naturales de La Plata y fue donde se cruzaron los caminos".
— "Vitte conocía al fundador de la Sociedad Bell y fue quien los presentó y le acercó la propuesta de que se necesitaba un administrador para el incipiente pueblo que hoy conocemos como City Bell. Ya para 1913 mi abuelo se vino para acá, que era todo campo, no había nada, todavía no estaba construida ni la casa principal".
— "Durante la construcción de la primera casa de City Bell, mi abuelo se iba a dormir a la zona de las Mil Casas de Tolosa, sobre la Calle 3. Una vez que culminó la obra ya se asentó como el primer administrador del pueblo. Cuando la Sociedad Bell se diluyó, quedó como delegado municipal ad honorem".
• ¿Cuándo? → Sábado 4 de octubre.
• Horario → A partir de las 19:00.
• Dirección → Diagonal 3 entre 473 y 473 Bis (Club Atlético y Fomento City Bell).
• La presentación estará a cargo del querido Guillermo Defranco, colega e historiador local, con entrada libre y gratuita.
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