A la redacción de NexoNorte llegó el desesperado pedido de una vecina de Arturo Seguí que vive en un infierno constante, producto de los ruidos que provienen de una Iglesia Evangélica Pentecostal, identificada como "El Olivar" ubicada en la zona de Calle 414 bis entre 157 y 158.
La mujer confesó: "A media cuadra tenemos una Iglesia Evangélica, la cual respeto, ya que va muchísima gente, de todos lados". Pero también aclaró: "Los vecinos estamos molestos, porque cuando cantan, gritan y ponen baterías conectadas a altos parlantes".
Producto de los sonidos molestos, la frentista relató: "No se puede invitar gente, desde las 16:00 hasta las 22:00, porque no se puede conversar, escuchar la televisión, ni hablar, ni tratar de dormir".
Este insufrible contexto también aqueja a su familia : "Mi hija está en la Facultad, vía mail, por ahora y está próxima a exámenes". Por estos motivos, no dudó en aseverar: "Si quieren que Dios los escuche, recen con el alma, no a los gritos. Respeten, si quieren ser respetados".
El sonido hasta llega a traspasar las ventanas de las casas.
Además, la habitante mostró su malestar por un posible convenio con el Delegado de Arturo Seguí: "Todo el pueblo está a oscuras, esto ayuda a los robos, a los ladrones, y a los vecinos a tener miedo". Sin embargo, confirmó: "A ellos sí les pusieron un gran poste de luz".
Así suenan los ruidos desde el frente de la Iglesia Evangélica.
La residente también aclaró: "Hace 46 años vivo en el pueblo, y compré con los papeles correspondientes, ante un Escribano. Este terreno que les muestro, con esta gran pantomima llamada 'Iglesia' es fiscal, robada".
Pantallazo general de la realidad diaria en la localidad.
Se espera que a la brevedad su problema pueda ser solucionado, por el bien de los vecinos y también de toda la comunidad. Somos NexoNorte, la información transforma.
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