En City Bell los delincuentes no perdonan ni a los nuevos vecinos

Desde NexoNorte pudimos comunicarnos con Natalia, una vecina de City Bell que en la jornada de ayer sufrió un robo en su propia casa, ubicada en Calle Cantilo entre 29 y 30. Lo más triste es que tanto ella como su familia recién llevan solamente un mes viviendo en el flamante hogar, y ya tuvieron que afrontar esta pesadilla.

Sobre lo ocurrido, la víctima relató: "Cuando nos levantamos encontramos todo el patio delantero revuelto y todas las cosas tiradas. Justo teníamos que llevar a mis hijas al colegio. No queríamos que las nenas se pusieran mal, así que cuando nos preguntaban les decíamos que su papá se había olvidado de guardar y dejó todo desordenado".

A lo que agregó: "No queríamos que ellas tengan miedo, ni que escuchen nada". Y también comentó que los ruidos se escucharon entre las 4:00 y las 5:30 de la mañana. Sobre esto afirmó: "Se ve que saltaron por la pared de un vecino, entraron y se llevaron todas las herramientas que había, eran varias y buenas". 

Natalia, explicó que el botín con el que huyeron los delincuentes estuvo conformado desde una agujereadora, destornilladores y pinzas, hasta por una parrilla eléctrica, un horno y una bordeadora. En relación al triste momento que afrontaron, aseguró: "Nosotros nos acabamos de mudar, hará un mes que estamos acá. Había cosas que recién terminábamos de traer de la casa en donde vivíamos". 

También expresó: "Nosotros estamos haciendo toda la conexión para el tema del gas, así que al costado de la casa tengo también un pasillito donde puse una puerta que todavía no está amurada y la puerta también estaba corrida. Osea que ellos también ingresaron al patio interno de la casa".

Natalia no pudo ocultar su indignación: "Te sentís espantoso, es horrible la situación de que están adentro y uno no se dio cuenta. Por ahí también es eso. Estos días con el calor y el ruidito del aire, te desorienta para escuchar algún movimiento. Pero han estado como panchos por su casa, realmente".

Por último, la víctima confesó: "Son rateritos, te rompen y te descolocan. Te da mucha bronca. El estar así con la angustia que tengo, saber que estuvieron y sin saber si pueden llegar a volver o no. La verdad que te da muchísima bronca".

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