En la Zona Norte los delincuentes no respetan ni a los jubilados, ni a los feriados patrios, atacan en cualquier momento y lugar. Prueba de ello es la entradera que sufrió el 25 de Mayo pasado una jubilada de 87 años que reside en Gonnet.

La mujer, identificada como Alicia, fue sorprendida en su vivienda ubicada en Calle 11 entre 498 y 499, cuando volvía de sacar sus residuos, cerca de las 21:30. Los malvivientes que pasaban por allí en moto, aprovecharon la oportunidad, y bajo amenazas la hicieron entrar.

Una vez dentro de la morada, según informaron fuentes del caso a Diario El Día, le ordenaron que se sentara en una silla y le exigieron dólares y objetos de oro. Finalmente, terminarían huyendo con $10.000, una alianza, un arito, el celular y un rosario.

También se informó que el ataque duró aproximadamente media hora, y que dentro de todo fue bien tratada por los maleantes, quienes le ofrecieron agua cada vez que la damnificada lo solicitaba. Por este motivo, Alicia hasta les ofreció a los delincuentes los pastelitos que tenía por la fecha patria.

Una vez que se fugaron, la víctima alertó al 911, fue entonces cuando efectivos del Comando de Patrullas y de la Comisaría N° 13 acudieron a la vivienda. La causa fue caratulada como "robo" y quedó en poder de la UFI Nº 9 de Autores Ignorados.

Asaltaron a un repartidor en Villa Castells

En las últimas horas, también trascendió el robo sufrido por un repartidor en Villa Castells, más precisamente en Calle 6 entre 495 y 496. Todo ocurrió tras efectivizar un pedido en la mencionada dirección. 

La moto robada: la víctima espera recuperarla pronto ya que era su herramienta de trabajo.

El hombre se preparaba para subir a su moto, cuando aparecieron los implicados, a bordo de un Ford Focus de color rojo y vidrios polarizados. Dos de ellos bajaron desde la parte trasera, y con armas de fuego en mano, lo obligaron a entregar sus pertenencias. 

Fue así como lograron escapar con dinero en efectivo, pero también con el celular y el rodado de la víctima, una Yamaha Ybr de 125 cilindradas. Una vez terminada la triste secuencia, pudo entrar a la casa de los clientes para llamar al 911.