Un 22 de enero, pero de 1993, hace ya 29 años, la tranquilidad de la actual Delegación Savoia, se sacudió al recibir una noticia impactante: se encontraban restos fósiles pertenecientes a una ballena de hace 7.000 años, mientras se efectuaban excavaciones para colocar una pileta en una vivienda ubicada en la Calle Pedro Delheye (actual 474).

La novedad corrió como reguero de pólvora, y en aquel momento, científicos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y del CONICET, revelaron que los restos encontrados correspondían a una ballena de entre 15 y 20 metros que habría quedado encallada en la zona, cuando comenzaron a descender las aguas del mar.

Según informó Diario El Día sobre el descubrimiento, los especialistas tampoco habían descartado la posibilidad de que en el lugar donde se efectuó la excavación y las zonas lindantes hayan sido hace unos 10.000 años un "cementerio" de estos cetáceos. 

Nadie podía creer lo que habían encontrado en Savoia, e inmediatamente se solicitó ayuda de profesionales.

Vale destacar, que el hallazgo tuvo lugar en la cabaña "Las Mimosas" de la familia González, cuando un grupo de operarios que realizaba excavaciones para colocar una pileta en el parque de la vivienda, se sorprendieron al hallar grandes bloques enterrados que en un principio no identificaron, suponiendo que se trataba de "material refractario".

Desde el matutino platense detallaron que la propia familia González comunicó el hallazgo al Museo de Ciencias Naturales de La Plata, lo que motivó que en poco tiempo arribaran al lugar investigadores del Departamento de Paleontología de esa casa de altos estudios, los que determinaron que los restos pertenecían a un ejemplar de Misticeta barbada y desdentada, un cetáceo que habría encallado en ese sitio hace unos 7.000 años.

Fue fundamental la tarea de los investigadores del Museo platense para determinar a qué criatura pertenecían los huesos encontrados en City Bell.

Por su parte, los doctores Adriana Blasi y Nauris Dangau, del Instituto de Geomorfología y Suelos del Museo local, habían indicado: "No es extraño que una ballena haya podido llegar hasta este sitio ya que, hace cerca de 10.000 años y tras una importante desglaciación, el mar llegó hasta lo que ahora es la Ruta Nacional 2 y desde el río Salado hasta San Pedro".

En tanto que investigadores del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y de la Comisión de Investigaciones Científicas, confirmaron que los restos óseos, hallados casualmente en la localidad de City Bell, pertenecían a una ballena azul.

Por último, los doctores Jorge Noriega y Daniel Berman, primeros en tomar contacto con el hallazgo, confirmaron: "Los fragmentos extraídos son asignados a un ejemplar de ballena azul, mamífero de gran tamaño, sin dientes, provisto de barbas córneas en la boca, que habita actualmente los mares de ambos hemisferios". 

Fuente: Diario El Día / City Bell Viva / Poesía City Bell