

Días atrás te contamos en NexoNorte como se reinauguraba el Jardín 946 de Los Porteños, City Bell al que volvieron a asistir cerca de 200 niños que se acercan también desde el barrio de El Rincón.
"En menos de 270 días se culminó la obra que los vecinos esperaban desde hace 4 años. Hicimos un jardín mucho más grande que el planificado por Provincia después del incendio, que genera que muchos chicos del barrio que no tenían cupo para ir al jardín de la zona, ahora puedan hacerlo", explicó el secretario de Cultura y Educación de la Comuna, Martiniano Ferrer Picado.
En ese sentido, añadió: "Esto fue posible por la decisión del intendente Julio Garro y el apoyo de los vecinos de la zona que pidieron que nos hiciéramos cargo del proyecto".
Antes y después del incendio
Desde el Municipio destacaron que la obra, que en un principio estuvo suspendida en tres oportunidades a cargo del gobierno provincial hasta que la Comuna pidió ejecutarla e implicó un presupuesto de más de 30 millones de pesos, permitió aumentar en un 40% los cupos, para que más chicos de la zona estén escolarizados.
En tanto, el Jardín cuenta con una matrícula de 180 niños, distribuidos en dos grupos en el turno mañana y otros dos en el turno tarde; la mayoría de ellos viven en Los Porteños y El Rincón.
Fuentes comunales explicaron que los trabajos edilicios en el Jardín N° 946 incluyeron una ampliación del proyectado originalmente con la construcción de tres aulas, una cocina más grande, un SUM, una sala de dirección, una sala de docentes y una oficina, además de adecuar todo el espacio con parquización, la señalética correspondiente y colocar juegos nuevos en el patio.
El proyecto se propuso en dos zonas, generando una tira de aulas y SUM ganando las visuales al patio, desde donde se proyectó una expansión hacia el mismo que acompaña a las funciones; y por otro lado se hizo una línea de servicios compuesta por las salas administrativas, el SUM, el depósito y un espacio de circulación desde la cual se proyectó el ingreso al Jardín, techado con una gran estructura metálica y chapas abovedado.
En ese sentido destacaron que cada aula se pensó con su expansión y baño individual adaptado para chicos con discapacidades, construida de ladrillo cerámico hueco, carpinterías de aluminio, cerramiento de seguridad con metal desplegado y perfiles en "L" soldados entre sí.