jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

Weekend | 30 oct 2022

¿Cuándo pasó por última vez?

🚂 Arturo Seguí: De la producción de tambos a su época dorada con el ferrocarril

Primeras poblaciones migrantes del interior y exterior del país, el Ferrocarril Provincial, los tamberos, agricultores y centros tradicionalistas. El trazado de Arturo Seguí: una convergencia de hitos que se fundó el 1 de marzo de 1928.


La localidad de Arturo Seguí se encuentra a unos 20 kilómetros al noroeste de la Municipalidad de La Plata. Está emplazada sobre el sector denominado "alta terraza" correspondiente a las Lomas de Ensenada, presentando alturas de unos 30 metros (una de las de mayor altura en el Partido). 

En 1888 el Banco Mercantil de La Plata contrató a un agrimensor para realizar el primer plano caratulado de Nueva Villa Elisa. En 1904 se vendieron 72 hectáreas a los señores Francisco Bertoletti y Arturo Seguí por la suma total de $22.680. Ya para 1912, Don Arturo terminó de hacerse con la totalidad de las tierras agregando $14.500. En 1928 y 1932 amplió su terreno adquiriendo varias hectáreas más

Las primeras migraciones empezaron a llegar en 1926 de la mano del Ferrocarril Provincial. Vale recordar que Don Arturo se casó con Leonor Carballeda. Fue prosecretario del Senado provincial y su domicilio estaba en Calle 6 N°1229, pero temporariamente se acercaba al pueblo. Tuvo 8 descendientes y falleció en 1934.

En Arturo Seguí, las primeras migraciones empezaron a llegar en 1926 de la mano del Ferrocarril Provincial.

Desde sus comienzos, la historia del lugar estuvo signada por la producción agrícola y lechera. Numerosas familias pioneras se dedicaban a la producción de tambos. El primer salto de producción se logró a partir de 1926 con la instalación del tren, conectando con Meridiano V pero principalmente con Avellaneda-Barracas

En total, Arturo Seguí pasó por tres denominaciones: Nueva Villa Elisa hasta 1927 que, mediante decreto ejecutivo, la estación de trenes pasó a llamarse Los Eucaliptos. Por extensión, el pueblo adoptó este nombre hasta el 1° de marzo de 1928 que se abrió el ramal con servicio al público y, desde el ferrocarril, dispusieron el cambio al actual nombre.

Según el libro "Historia y Recuerdos de Arturo Seguí", de Amalia Criballati,, durante la década de 1920 aparecieron los primeros habitantes del lugar. Las familias eran: Alderete, Aguiar, Aguilar, Balverde, Benardelli, Belén, Berango, Cribellati, Corello, González y Gorostiague, entre otras.


El rol y la importancia del Ferrocarril Provincial para Arturo Seguí

El documento firmado por Oscar Sangrador sintetiza la visión de la construcción de las vías férreas: "En los inicios del siglo XX existía un notorio monopolio de compañías británicas. Como no podía ser de otra manera, el tema prioritario eran las tarifas para el transporte siempre buscando mayor rentabilidad".

A lo que suma: "El por entonces gobernador de Buenos Aires, Dr. M. Ugarte, al comprobar la manipulación que realizaban los grupos extranjeros para concentrar todo el transporte, promovió la construcción del Ferrocarril Provincial para, de esa forma, presionar con tarifas apropiadas y mantener un flete competitivo en relación a las empresas ferroviarias particulares". 

En 1922 se autorizó la planificación del ferrocarril que entre tantos ramales se encontraba el de Avellaneda/La Plata. Un año después, el señor Seguí ofreció la donación de un poco más de 7 hectáreas al Ministerio de Obras Públicas de la Provincia para la construcción de la estación y las vías

En 1923, Don Seguí donó un poco más de 7 hectáreas al Ministerio de Obras Públicas de la Provincia para la construcción de la estación y las vías.

Según los registros de la época, en 1926 se realizó el viaje inaugural conformado por 7 coches de primera clase valuados en $18.000 pesos oro cada uno, traccionados por una locomotora de origen holandesa. El servicio funcionó hasta el año 1977, momento en que fue desmantelado por el gobierno de facto (76'-83')

En el citado "Historias y Recuerdos de Arturo Seguí" se lee al respecto: "El 24 de junio de 1977 a las 15:40 pasó el último tren de nuestro añorado ferrocarril, el silencio dominó el lugar, y la nostalgia aún perdura, como todo cambio, hubo que adaptarse a él, fue un acontecimiento que marcó un antes y un después".

Y también se agrega: "Los que usaban este medio para ir a trabajar se les complicó la vida, a veces tenían que tomar 3 micros para llegar a su lugar de trabajo, no solo tardaban más tiempo sino que se les encarecía el viaje. Lo que había dado nacimiento al pueblo había desaparecido". 


La historia de la líneas de colectivos en Arturo Seguí

En la actualidad existen dos ramales de la línea 273 (G y D), que conectan al pueblo con el Cementerio en 131 y 72 atravesando el casco urbano. Los inicios del transporte de autobús se originaron en la década del 60. De acuerdo con una publicación de "Reforma Ilustrada", en 1963 se inauguró el recorrido de colectivos que une Villa Elisa-Arturo Seguí

Sobre este tema, la publicación destacó: "La línea que se habilita llenará una sentida necesidad, beneficiando en especial a la gente de trabajo que hasta el momento no disponía de medios de transporte". 

En Arturo Seguí, los inicios del transporte de autobús se originaron en la década del 60.

El primer recorrido del incipiente transporte fue: de Arana y 9 por Arana hasta frente a la Estación de Arturo Seguí. Regresando por Arana hasta el Belgrano, por éste hasta calle 60, por ésta hasta salir al Centenario por la calle 54, por Centenario a 51 luego 12 hasta 49, por ésta a Centenario, por éste hasta Arana siguiendo por la misma hasta 9 siendo punto final del recorrido. 

Dicho avance fue posible gracias a la reciente colocación de asfalto en la Avenida Arana, permitiendo fácil acceso al Camino General Belgrano. Al primer colectivo se lo denominó: "La Chancha". La línea contaba solamente con tres unidades color gris. En el año 1966 se pausó el servicio que se reemplazó temporalmente por un colectivo enviado por el ministerio de transporte y poco después comenzó a pasar la línea 3 (actualmente 273).

Por Ramiro Joaquín Ciampa Dolárd (Colaborador).
Fotos: Mora Ciampa

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