Gabriel Grätzer: El embajador del Blues nacional de corazón Citibelino

El próximo sábado 30 de octubre se viene una jornada de música imperdible en La Casona Cultural del Argentino Juvenil Club de City Bell, en donde a partir de las 21:00 se estará presentado el reconocido artista Gabriel Grätzer, referente del Blues, Country & Gospel a nivel nacional e internacional.

La cita será en las instalaciones ubicadas en Calle 19 entre 473 (Cantilo) y 473 bis. La entrada tendrá un valor de $500, y habrá servicio de buffet tanto de comida como de bebida. Las reservas ya se pueden realizar a través del 221. 400- 5202; o bien por mensaje directo a través de @argentinojuvenilclub.

Para conocer en profundidad la vida y obra de Grätzer, desde NexoNorte tuvimos la posibilidad de ponernos en contacto para consultarle diversos temas, desde su pasión por el Blues, hasta el vínculo que lo une con City Bell, en donde volverá a tocar después de un largo parate por el aislamiento.

Redacción: ¿Cómo y cuándo nació tu pasión por el Blues?

Gabriel Grätzer: "A los 5, 6 años, ya me había fascinado con los Beatles. Recién a los 12 empecé a estudiar guitarra y había algo dando vueltas (que era el Blues), que en ese entonces no sabía definir qué era cuando lo escuchaba, pero que me encantaba escuchar y tocar".

— "Con el correr de los años, pude ir contextualizando hasta que logré llegar al Blues y al Gospel más folclórico, acústico, el Country Blues de los años '20 y '30 que es el que más me apasionó siempre, más allá de que también toco eléctrico".

R: ¿Cuáles fueron los principales desafíos que tuviste que enfrentar?

G.G: "Recordemos que, a mediados de los '80, no era como ahora: no había Internet, poca bibliografía disponible y era difícil saber a quién recurrir. Eran los dueños de las disquerías o los referentes locales los que podían darte un dato, develarte un misterio, hacerte conocer, disco mediante, un músico de Blues tradicional, era todo muy artesanal. Pasos muy lentos".

— "Entonces empecé a encargar discos, libros. Hacer un trabajo de investigación, volcar eso a la guitarra y al canto sacando los temas. Por suerte encontré referentes como Fernando Goin o Max Hoeffner, que me enseñaron y me dieron una metodología de investigación y de cómo contextualizar el Blues en sus diferentes etapas y estilos".

Versión de Gabriel Grätzer del mítico Blues de la "Carretera 49" 

R: ¿Cuáles fueron las metas que pudiste ir cumpliendo a lo largo de tu carrera musical?

G.G: "Todas. Grabar discos, escribir y editar libros de Blues. Tocar en 22 países y más de 80 ciudades. Crear una Escuela de Blues, primera y única en su tipo en el mundo y que, este año cumplió 21 años. Haber podido tocar en Estados Unidos, viajar a la cuna del Mississippi, del auténtico Blues. Recorrer todo el país". 

— "Ofrecer el primer concierto de Blues, a sala llena, en el Teatro Colón, obtener muchos reconocimientos oficiales del Ministerio de Cultura de la Nación, del Ministerio de Educación, de la Secretaría de Cultura de la Plata, ganar premios. El Blues me dio todo".

— "Pero por sobre todas esas cosas, y muchas más, que desde ya, son muy satisfactorias y un mimo a todo el camino recorrido, la meta más importante es haber logrado ser feliz haciendo lo que me gusta, haber conocido tanta gente importante para mi vida recorriendo el camino junto a ellos".

R: ¿Cómo comenzó el sueño de crear la Escuela de Blues?

G.G: "Argentina tiene una rica historia con el Blues que lleva 100 años. Por ejemplo, Victoria Ocampo y Borges ya escuchaban Blues y Negro Spiritual y lo hicieron saber en numerosos escritos. Blackie y Oscar Alemán ya cantaban y tocaban Blues en los años '30. El Blues ya estaba en películas, en los shows de Jazz, en algunas revistas especializadas".

— "Una historia que con Martín Sassone contamos pormenorizadamente en 'Bien al Sur, Historia del Blues en Argentina 1806-2015', editado por Gourmet Musical. Argentina fue capaz de crear en los '70, un estilo de Blues propio. La aparición de Manal, creó un molde que hoy nos identifica en cuanto a una manera de hacer Blues Argentino y en español".

— "Pero, hacia fines de los '90, yo observaba que la escena local era pequeña e inestable, y que más allá de los grandes referentes como Pappo, las Blacanblus o Memphis, eran pocas bandas o artistas que cultivaban el Blues tradicional, en inglés sea acústico o eléctrico. El boom de visitas de leyendas del Blues de Estados Unidos a Buenos Aires fue muy importante pero no se veía reflejado en la cantidad de nuevos músicos locales". 

Con su música Gabriel logró tocar en 22 países y más de 80 ciudades. Y además, crear una Escuela de Blues. Foto: Revista Noticias.

— "Entonces creí en la educación como una herramienta para poder formar o al menos sembrar en los interesados en esta música una semilla y así hacer crecer la escena. Darle un marco de 'escuela' en el sentido de las materias, de los procesos de enseñanza pero, más que nada, pensándola como un lugar donde transitar y disfrutar el hacer música con pares a través del Blues y transmitiendo los valores culturales de este género que, en definitiva es la raíz de casi todas las músicas contemporáneas. El Jazz, el Rock, el Pop, el Heavy Metal, etcétera. Nada de eso habría existido sin el Blues". 

— "Hoy la Escuela de Blues tiene 21 años y un grupo de profesores increíbles, y un hermoso equipo de conducción y damos clases presenciales y virtuales para todo el país y el mundo. Su idea se replicó en España, Chile, Perú, entre otros lugares. Nuestra forma de dar ensambles hoy la aplican en todos lados. Más de 1.800 personas pasaron por la Escuela de Blues y muchos de ellos son músicos profesionales de Blues que recorren el mundo".

R: ¿Cómo te sentiste al ser reconocido como "Embajador Argentino del Blues en el Mundo" por Cancillería?

G.G: "Más que nada se trata de mantener viva una cultura, la de Blues, que naturalmente no nos es propia. Tener presente la historia del Blues, del Gospel o del Country, es importante y a partir de ella, construir la propia".

— "Por supuesto que me halaga cuando recibo un reconocimiento como ese que, además, este año fue revalidado, aunque más no sea un mero 'rótulo', pero lo importante es que esos nombramientos nos mantengan siempre con los pies sobre la tierra".

— "Y no olvidar cuántas mujeres y hombres, los verdaderos maestros y pioneros del Blues, pasaron por enormes dificultades sociales, económicas, raciales en sus vidas. Mientras nosotros, cien años después, disfrutamos de su música. Hay que tener siempre el equilibrio y no perder la perspectiva".

Su albúm "El Blues lleva tiempo" del año 2014

R: ¿Nos contás un poco de tus raíces en City Bell? ¿Qué significa en tu vida?

G.G: "City Bell es el lugar donde vivo hace una década. Aquí nació mi hijo, aquí encontré una familia hermosa; un amigo como el historiador oficial Platense Martín Epeloa, que me abrió las puertas para poder empezar a producir juntos".

"Más allá de los tiempos difíciles que corren y de muchas cosas que, lamentablemente, están muy complicadas, City Bell aún conserva ciertos valores y un entorno maravilloso para vivir".

— "Por eso hay que cuidarlo, estar atentos y construir y aportar, cada cual desde donde quiera y pueda, las herramientas y acciones que promuevan la conservación de este lugar. Desde ya que por conservar no digo 'cerrarlo', sino preservarlo para que crezca sana y ordenadamente".

R: ¿Es un desafío o un placer poder tocar en City Bell?

G.G: "¡Un placer! Toqué en tantos países y ciudades, en grandes teatros, festivales. Toqué en cárceles, en villas, en hospitales. Pero tocar en 'casa', siempre es un placer. No lo hice mucho estos años".

— "Algunas presentaciones a beneficio de la Casita del Niño en el Teatro de Cámara y muchos conciertos en La Plata. Pero City Bell, a veces por mis giras, otras por falta de lugares adecuados para tocar, aparece de forma más espaciada en mi agenda anual".

— "Por suerte, La Casona Cultural del Argentino Juvenil Club, es un lugar formidable y que transita por la filosofía y los valores que me gusta en mi vida como músico y un lugar hermoso para escuchar música en este caso conmigo y los Big Tequilas (Diego Garcia Montiveros en contrabajo; y Gerónimo Sarmiento en batería)".

R: ¿Es uno de tus primeros shows tras el aislamiento? ¿Cómo se siente volver a los escenarios?

G.G: "Pasé de un piso de 80 a 100 shows al año a ninguno. Pero traté de tomarlo con calma. La pandemia, en definitiva, nos cruzó a todos y hubo gente que la pasó muy mal. Tomo este retorno con naturalidad. Estoy con las ganas de siempre y, retomando su primera pregunta, con la pasión intacta".