WEEKEND | 12 FEB 2023

VECINOS QUE CUENTAN HISTORIAS

✍ "La vuelta al mundo en una manzana": Así era City Bell hace 60 años

En esta primera entrega les compartimos el texto "La vuelta al mundo en una manzana" que fue publicado por el autor Guillermo Javier Defranco en el Volumen Uno de "City Bell: Vecinos que cuentan historias", el gran libro colectivo que fue publicado en 2019 que rescata las pequeñas historias de la vida del pueblo.



Desde la redacción de NexoNorte tomamos contacto con Juan Jose Vendramín, Vecino Ilustre de la ciudad de La Plata y compilador del libro "City Bell: Vecinos que cuentan historias", para comenzar a publicar en nuestro portal noticias, los cuentos que allí volcaron más de 60 vecinos de la localidad de la Zona Norte platense.

El texto, que vió la luz en el año 2019, fue realizado con el apoyo del histórico Club Atlético y Fomento City Bell. En la presentación del mismo, Vendramín destacó: "Hay muchas pequeñas historias de la vida del pueblo, que todavía sobreviven en el recuerdo de nuestros mayores, y que quisimos rescatar para integrarlos en un documento que nos sobreviva y pueda estar al alcance de cualquiera que se interese por ellas".

Mientras que en su prólogo resaltó: "Este libro que estamos construyendo entre todos, seguramente será una colección de pedazos de vida, recuerdos, ilusiones y sueños que estamos pudiendo rescatar de un naufragio, enmascarado bajo una cubierta de progreso que se lleva todo por delante".

Sin dudas, estas palabras fueron las que nos motivaron como comunicadores a volver a darle vida a estos testimonios. Valoramos y defendemos a ultranza la importancia de la memoria colectiva. Sobre todo para entender cómo se fue construyendo la identidad de una localidad tan característica como City Bell

 

Guillermo Defranco: "La vuelta al mundo en una manzana"

Humberto y Coca Defranco estrenaron su hogar hace más de sesenta años, cuando pocas eran las familias afincadas en el barrio en esos últimos meses de 1958. Coca tuvo por destino ser la última habitante de la cuadra de entre aquellos pioneros.

Un poco de memoria nos permite reconstruir el vecindario de la manzana de, al menos, los años 60, bajo la por entonces majestuosa vigilancia del viejo tanque de agua corriente, desde un poco más allá de la vereda de enfrente. 

Un vago recuerdo nos trae la imagen de la casa de al lado, la de Ñata y Alfredo Lago, la cual con evidente esfuerzo trataban de terminar mientras la habitaban, en la esquina de 13 y 21.

Hacia el otro lado, doña Juanita y don Cobo eran a todas luces los de mayor edad. Vivía con ellos su hija María Esther hasta el tiempo de su casamiento. Los Cobo tenían algunos frutales y gallinas y no era raro que fuéramos a comprarles huevos. Afables, conversadores, eran el prototipo del vecino de aquella época. 

Luego seguía un terreno con una construcción que parecía no terminarse nunca, y algo de eso debe haber habido, ya que nadie se refería al lugar como "lo de Muñoz" (apellido de su dueño), sino simplemente como "la obra". 

A continuación, en la esquina con 22, vivía la familia Jorge. Don José Jorge solía ser el protagonista de uno de los mayores acontecimientos que pudiese esperarse cada tanto en el barrio: la presencia de un micro Río de la Plata, empresa en la cual trabajaba. Sus hijas eran Ana María y María Silvia

El mundo no terminaba en ese segmento de 13 entre 21 y 22. Siguiendo por la vereda par de la calle Silva estaba el terreno de "El Vasco": un baldío ajeno que don Ángel cultivaba con verduras a las que nunca pudimos entender cómo le daba agua suficiente, regándolas con una pava verde que traía llena desde su casa, veinte metros más allá. Don Ángel vivía con doña Evangelina en la casa siguiente a la de los Flaqué: Alejandro y Ramiro eran los chicos, hijos de Elba y Rubén

Seguían Luis Capone y su esposa, doña Clementina. Gente mayor, eran apreciados en el barrio por su educación y simpatía. Sus vecinos inmediatos eran don Gómez y su esposa "Kika", cuyo apodo figuraba tallado en rojo sobre una piedra gris que presidía el jardín. Regordete, bajo de estatura y dicharachero, el hombre tenía un vozarrón seguramente entrenado en sus tiempos de comisario de la Policía.

Cerraban la cuadra el conservatorio de música y hogar del maestro Héctor Pedutto y su esposa Delia, donde aprendió música más o menos la mitad de los chicos del City Bell de entonces. Junto a ellos estaban Daniel Piñero y señora. Ella y Delia eran hijas de Daniel Tomassi, dueño del almacén que supo haber enfrente, en la esquina de Cantilo.

Los jóvenes del barrio sentados al borde de la calle. Eran otros tiempos en City Bell.

De los habitantes de Cantilo podemos citar a Antonio Maglio y familia, cuya maza golpeando junto a la fragua le puso música a tantas tardes. Otra música, pero real, tenía mucho que ver con Luis Giffoni y Antonio Trejo, socios en Artón Radio, única disquería por entonces en City Bell y local de reparaciones de radios y televisores. A la casa de Giffoni seguía la de doña María, Titi, Chita, Vilma y familia. ¿Quién viviría en la casilla de madera oculta por el follaje en el lote entre estas dos casas?

Inolvidables eran las tardes en lo de Julito José Andrade. Su mamá Ester se divertía mucho con los amigos de sus hijos y hasta un corso en la vereda llegó a organizar. El hijo mayor, "Samuelín", con sus experimentos en electrónica, nos maravillaba sin saberlo. Y también la niña de la familia: Marta Lía.

Al lado, en la esquina de Cantilo y 22, estaba "la canchita" donde tantas veces nos sentimos campeones como el Estudiantes de Zubeldía

Y un día terminaron la casa de al lado y llegaron los Simonet: sumaron a la barra a su hijo Guillermo. Nora, por supuesto, jugaba con las chicas, y Marcelo nacería recién un tiempo después.

Evocar la vecindad de hace más de medio siglo fue un disparador que nos llevó a repasar, más que a aquel tiempo, a aquellas personas que dieron vida y forma al barrio de entonces; darnos cuenta de que pocos de ellos están aún hoy en este mundo. Y que de sus sobrevivientes, la mayoría habita otros lares.

Entonces supimos que los barrios cambian cuando cambian sus habitantes; cuando los nuevos vecinos llegan con sus nuevas cargas de historias, de vidas, de costumbres. Y es así como van cambiando las épocas.

Hablamos de una calle 13 de barro y casi sin iluminación. De mucho terreno baldío, de zanjas con renacuajos; de abrojos y de cardos prendidos en la ropa después de una tarde de fútbol, de guerra de coquitos o remontada de barriletes. De un barrio en el que la mayor parte de las mamás tenían por trabajo los quehaceres domésticos, las compras diarias, el cuidar de los hijos y sus amiguitos.

Y ese barrio decididamente cambió y es otro. Alguna vez, si alguien se pregunta quién habrá vivido en esas casas, quién habrá caminado por esas veredas y habrá respirado ese aire, sepa que hubo jóvenes familias que se afincaron allí para construir un futuro. Y que ese futuro ya quedó atrás, para dejarle el lugar a otro que vendrá.


¿Quién es Guillermo Javier Defranco?

Guillermo Defranco, al igual que "Juanjo" Vendramín, es un querido y reconocido vecino de City Bell. Además, es autor de dos libros que recorren la rica historia de la localidad. Dos publicaciones inspiradas en su devoción por las calles que lo vieron nacer y desarrollarse tanto personal, como profesionalmente.

Estamos hablando de "City Bell: Crónica de la tierra de uno" (2005) y "Escritos Citybellinos y otros anexos" (2011). Por su parte, Defranco también es el creador de "Mate en Mano" (2021), ejemplar que agotó su primera tirada en la mítica Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en el año 2022.


¿Cómo ser parte del Volumen 2 de "City Bell: Vecinos que cuentan historias"?

Como adelantamos desde NexoNorte, ya se encuentra en proceso la segunda parte de esta imperdible publicación. Al respecto, Vendramín explicó: "Durante la pandemia del año 2020 la mayor parte de las actividades del Club Atlético debieron suspenderse, pero la virtualidad permitió lanzar dos desafíos: publicar un segundo libro con los mismos objetivos y propuestas y convertir el primer libro en un audio libro".

Pautas para ser parte de la segunda entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

Correo para enviar trabajos o efectuar consultas para publicar en la segunda entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

Lectura online y descarga de la primera entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

• Para adquirir el ejemplar físico de la primera entrega, los interesados deberán acercarse a la sede del Club Atlético y Fomento City Bell, ubicada en Calle 473 entre 13 C y Diagonal 3.

NexoNorte, la información transforma.

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