viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº2060

Weekend | 24 dic 2023

Vecinos Que Cuentan Historias

🎄 La historia de City Bell, el Padre Dardi y la Navidad inspirada en Pink Floyd

Un nuevo relato extraído del libro del Club Atlético y Fomento City Bell. En esta ocasión, la crónica de una de las Navidades más recordadas por un original Pesebre Viviente musicalizado con canciones de Pink Floyd; Emerson, Lake and Palmer y Rick Wakeman.


En una nueva entrega de extractos del libro "City Bell: Vecinos que cuentan historias", les compartimos el texto "Hubo una vez, un Pesebre Viviente Rock en City Bell". El mismo fue publicado por Rosita Torres, quien nos comparte sus recuerdos sobre aquella inolvidable Navidad de 1978 en donde una decena de jóvenes le dieron vida a una presentación que marcó una época y estuvo inspirada en la ópera de rock "Jesucristo Superstar", Pink Floyd; Emerson, Lake & Palmer y Rick Wakeman.


Rosita Torres: "Hubo una vez, un Pesebre Viviente Rock en City Bell"

Éramos alrededor de una decena de jóvenes entre 15 y 20 años. Obvio, con ganas, con creatividad, con intención de cambiar las cosas, como todos los chicos a esa edad. Formábamos parte del Grupo Juvenil de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Calle 21 y Rivadavia, cuyo párroco era por esos años (fines de la década del setenta) el querido y singular Padre Dardi

Para captar nuestra participación, el sacerdote amigo nos animó a formar el coro para las misas del fin de semana, incorporando no solo instrumentos nuevos para esa función, como la guitarra eléctrica y el bajo, sino que pudimos añadir al repertorio musical de las misas, temas contemporáneos de la época como los de "La Biblia" del legendario Vox Dei (Libros sapienciales, Profecías) y otras canciones religiosas de vanguardia con arreglos de voces y percusión. Toda una innovación para esos tiempos.

Llegaba la Navidad del año 1978 cuando Dardi nos entusiasmó para que hiciéramos un "Pesebre Viviente" para la comunidad parroquial de City Bell. Eso sí, nos daba toda la libertad para hacerlo "a nuestro modo", y así lo hicimos. Aún muy sorprendidos con la ópera rock que venía de afuera "Jesucristo Superstar", se nos ocurrió hacer algo por el estilo.

Empezamos buscando temas musicales como fondo para los diferentes cuadros y escenas: Pink Floyd; Emerson, Lake & Palmer y Rick Wakeman. Música en vivo a cargo del coro que dirigía en ese entonces Mario Conti, efectos especiales generados electrónicamente como viento, truenos, para armar un clima expectante y de sorpresa. Luces de colores con el uso del tradicional papel celofán de color, y hasta conseguimos una luz de boliche que potenciaba el color blanco de las túnicas de los ángeles. 

Creamos el texto, buscamos a compañeros de colegio, hermanos, primos y vecinos para los diferentes personajes, desde los profetas hasta los pastores, pasando por los reyes y ángeles. Algunas madres facilitaron las vestimentas correspondientes, y un bebé recién nacido de la Calle 21, a dos cuadras de la parroquia, sería el Niño Jesús

A la Estrella de Belén le quisimos dar protagonismo, se deslizaría al paso de los reales personajes a través de una roldana y un cable, hasta posarse en el pesebre (el día del estreno el cable se cortó y la estrella ¡resultó más fugaz que ninguna otra!). Otro toque tecnológico de innovación, lo adaptamos al papel del Ángel de la Anunciación. Miriam, la de silueta etérea, fue la elegida para ese papel. 

Navidad de 1978: El Padre Dardi entusiasmó a los jóvenes para que hicieran un "Pesebre Viviente" para la comunidad de City Bell, el resto es historia.

La consigna fue subirse con su túnica por la escalera marinera a la cornisa y pararse cerca de la pared del campanario de la iglesia, bien arriba, (¡inconscientes del peligro!) con esa luz negra que la destacaba. Allí, munida de un transmisor pegado con cinta a su cuello, su voz saldría por una radio que oficiaba de receptor y amplificaba su mensaje celestial. Toda esta tecnología experimental, aportada por mi hermano Armengol, que era un fanático (y lo es todavía) de la electrónica, creó todo un impacto visual y sonoro (¡años setenta, ¿eh?!). ¡Fue asombroso! 

Al Padre Dardi le íbamos reportando tan geniales ideas y, lejos de limitarnos, nos daba rienda suelta para todo ese despliegue. El día del ensayo final, llegó en su jeep con otro aporte para el relevante estreno: había logrado que un feligrés de la localidad vecina de Los Porteños, le cediera una oveja enorme y dos patos: ¡vivos!, para formar parte de las ofrendas de los pastores, así parecería más real la puesta en escena. 

Total que en la función, la oveja orinó sobre las túnicas de los pastores que la llevaban y los patos: ¡resultaron ser patas! Porque pusieron cada una un huevo en la misma "premier", sobre las tablas. Después de la función y, a modo de agradecimiento, los dueños de la oveja nos la regalaron para poder celebrar y hacer con ella un asado… No pudimos.

Lo organizamos en el patio de la parroquia, al aire libre. Para el escenario usamos todos las mesas de la Escuela Ceferino Namuncurá, las cubrimos con las alfombras rojas que se usaban en los casamientos, hicimos el pesebre con ramas, buscamos la paja, colgamos estrellas y, sobre todo, pusimos todos y cada uno, nuestra mejor versión en lo que podíamos colaborar. Esa es una condición que los jóvenes poseen, toda la fuerza para generar imposibles. Y cuando eso está acompañado por adultos que animan y apoyan, los resultados son increíbles. 

Este "Pesebre Viviente Rock" resultó tan aplaudido por la comunidad que llegó a oídos del Padre Blas Marcicano quien nos pidió que lo repitiéramos en el patio del Colegio San Blas, entre los tranvías. Por supuesto, allá fuimos (no había bandos) para que la comunidad de la otra mitad de City Bell también pudiera disfrutarlo. 

Al fin y al cabo éramos todos hijos del mismo pueblo y era tiempo de Navidad, de compartir nuestra juventud al servicio de la creatividad, la originalidad, de los ideales nobles y con valores que la historia, los espacios y la gente de aquel City Bell nos proporcionaron en su momento dejando huellas, sin duda, en cada corazón y memoria de los que conformamos el inquieto Grupo Juvenil Parroquial de aquellos años.


¿Cómo ser parte del Volumen 2 de "City Bell: Vecinos que cuentan historias"?

Pautas para ser parte de la segunda entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

Correo para enviar trabajos o efectuar consultas para publicar en la segunda entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

Lectura online y descarga de la primera entrega de "City Bell: Vecinos que cuentan historias".

• Para adquirir el ejemplar físico de la primera entrega, los interesados deberán acercarse a la sede del Club Atlético y Fomento City Bell, ubicada en Calle 473 entre 13 C y Diagonal 3.

 
Entregas publicadas del Volumen 1 de "City Bell: Vecinos que cuentan historias"

"La vuelta al mundo en una manzana": Así era City Bell hace 60 años.

"Días de Carnaval": Los inolvidables festejos del Club Atlético y Fomento City Bell en la década del 60.

"El Jardín 911 y su gente": Una institución modelo en City Bell que va por sus 60 años.

"Algo sobre el Colegio Fray Mamerto Esquiú": ¿Cómo era City Bell y su enseñanza hace 60 años?

"El Savoia en los ochenta": Primeros amigos, travesuras y una infancia inolvidable en City Bell.

¿Sabías que City Bell tuvo su propio cine? Amanecer y ocaso de un sueño compartido.

¿Quién fue Roberto Themis Speroni y cuál es su vínculo con City Bell?

La Casa Azul de Jorge Romero Brest: Un tesoro artístico que perdura en City Bell.

Dueño de una pluma brillante: ¿Quién es "El Hombre Olvidado" de City Bell?

Sus obras son tesoros en museos del país: Enrique Riccio y su lazo indeleble con City Bell.

El mayor acontecimiento en la historia de City Bell: La noche en que se cayó la luna.

Fútbol de época en City Bell: ¿Quiénes jugaron en La Canchita del Negro Joya?

¿Cuál es la familia que vivió en la primera casa de City Bell y dónde estaba ubicada?

5 mujeres luchando por un sueño: ¿Cuál fue el primer colegio privado de City Bell?

Un cura, cuatro maestras y un Jeep: Así nació la Escuela Ceferino Namuncurá de City Bell.

Iconos: Tres mujeres, un sueño y la visión de crear la primera galería de arte de City Bell.

Un sueño llamado "Esperanza": La historia de la primera tienda de City Bell.

En primera persona: Así fue el verano de 1944 en la Estancia Grande de la Familia Bell.

¿Cómo era City Bell hace 100 años? 15 datos curiosos que seguro no sabías.

City Bell histórico: ¿Cómo eran las quintas linderas al Camino Belgrano en 1960?

¿Cómo era la Calle Cantilo de City Bell hace 70 años?

Los bañados de City Bell: Historia de un secreto bien guardado.

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